“La verdad, no sé por qué escribir”, me dijiste antes de que intentara vanamente evitar que hundieras en tu pecho aquel puñal que compraste en una barata… ¿qué querías para ti? Te negabas al amor tantas veces!! Demasiado tarde tu cuerpo conoció la lucha de tus propios sentimientos, aquellos que las alas de tu alma no supieron plasmar en el borrador de tu camino.
Tu corazón ya no siente, los caminos de tu piel eran muy divergentes, y decidiste acabar con ellos sin yo poder comprender por qué estás aquí, desfallecida entre mis ojos y tus cabellos de primavera que hasta ahora permanecen en mí. Jamás regresarás, mas estoy aquí, plasmando y desbordando estos sentimientos que argumentan una vida vacía ahora que estoy sin ti… no hay más remedio que dejarte ir…
Creo que yo tuve la culpa. Recuerdo el daño que con el pasar de los años fui alimentando en tu noble corazón, ese corazón de poeta que muchos no saben comprender y sólo un ente puro y enamorado, como lo eras tú, puede irradiar sobre este mundo contagiado de penurias y egocéntricos conformismos.
Oscuro camino elegiste y yo… yo no seguí a la par tus pasos y terminamos por distanciar nuestros senderos enviando a las ánimas el cántico de una triste canción, perdiendo la gloria de vivir un mañana mejor, pues me perdí entre lágrimas y besos, entre sombras y cenizas, cerrando mis ventanas al paisaje de tu amanecer, apagando mis oídos al eco sonoro y dulce de tu voz… soy yo quien debería estar en tu lugar!!! Ahora tu ausencia es el lamento más largo que solloza mi alma… el viento sopla nuestros rostros, el mío más tétrico que el tuyo, y alucino el fuego eterno que abrazará mi espíritu y mi alma… ya no puedo decirte nada, las palabras están de más, sólo espero que puedas perdonarme, que tu luz alumbre el camino hacia una puerta de esperanza que me brinde la cercanía al nirvana de tu amor…
Pronto volveré a verte… y te cantaré una canción y te ofreceré un poema, una oda a tu presencia para así tenerte cerca. Adiós amiga, adiós amor, corté tus alas y, sin embargo, te amo, a pesar de lo confundido de mi ser…